Convocatoria de protesta contra la OMC 28nov 15h


A final de este año se reunirá en Ginebra la séptima sección de la conferencia ministerial de la OMC. Diez años después de Seattle que vio nacer el movimiento antiglobalización, este evento será, para los poderosos, la ocasión de reiniciar las negociaciones del ciclo de Doha e intentar reparar un capitalismo debilitado por el terremoto financiero de octubre 2008. El objetivo es siempre el mismo: favorecer el libre mercado, incrementar la circulación de las mercancías con todas sus consecuencias, deslocalización, exclusión de las personas y colectividades poco rentables, enriquecimiento de los ricos, contaminación, destrucción masiva de la materias primas no renovables y del medio ambiente.

Durante este encuentro convergerá hacia Ginebra la militancia habitual, para realizar el recorrido de lamentaciones tradicional. El folclore contestatario intentará reunirse y pronunciará sus tradicionales quejas. Después de 10 años de altermundismo, el panorama es desolador, en cuatro palabras : la parálisis es total.

Sin embargo, estos últimos 10 años han visto aparecer un sinfín de razones de rebelarse; mas a la desolación militante, le acompaña una pobreza intelectual. Miremos las cosas: el “alternativismo” no puede responder a la miseria. Ninguna alternativa existe dentro del sistema capitalista; solo su destrucción es una perspectiva. Ademas de integrar los criterios de gestión de los responsables del desastre, los altermundistas no se oponen à la gobernanza mundial. Una organización mundial del comercio de “rostro humano” no les molestaría demasiado. Los altermundistas actúan como fuerza de conciliación en el seno de la sociedad actual. Los sindicatos participan en la pacificación social; los políticos son el aval democrático del sistema, la “santa oposición”. Los sindicatos, los partidos de izquierda y las ONG son los interlocutores del Estado. Las prestaciones sociales y otras subvenciones que consienten los potentes hacen parte de las medidas de pacificación social que han destruido toda forma de contestación. Nos han domesticado para llevar nuestra pequeña vida anestesiada. La izquierda cogestiona directamente la crisis ¡Constituye una contra revolución permanente qui impide toda posibilidad de emancipación!

En cambio, un fantasma recorre Europa: el autónomo. Una constatación se impone: desde Génova, Rostock y Estrasburgo, el altermundismo se agota y el movimiento radical se desarrolla. No queremos intervenir de forma episódica y espectacular para llevar a cabo una negociación. Al revés, somos parte de la guerra generalizada y constante que el Estado y el capital imponen a los pobres y exploitad@s. Estamos inmersos en un contexto de guerra difusa donde cada un@ de nosotr@s es actor y victima. Resignarnos a la pacificación liderada por los “cogestionarios”, por la izquierda, es aceptar nuestra impotencia. Debemos romper con el orden establecido: ningún dialogo, ninguna reivindicación. Cambiemos el mundo de fase, luchemos para no caer. No debemos huir, debemos hacer frente al viejo mundo.

Hacemos un llamamiento a participar masivamente en la manifestación del 28 de noviembre en Ginebra. Intentaremos detener la maquina de la OMC. Habrá un centro de convergencia del 27 de noviembre al 2 de diciembre. También está previsto alojamiento, un servicio médico, un centro de medias independientes y un apoyo legal.

Superando el inmediatismo, esta convergencia debe esbozar una nueva correlación de fuerza a nivel internacional. En la perspectiva de una organización amplia de grupos radicales en Europa y más allá, y para superar la separación entre teoría y practica, os invitamos a compartir vuestras experiencias, redes y contactos en el seno de un foro para la autonomía, el domingo 29 de noviembre.

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